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El LCV (Vehículo Comercial Ligero) representa una solución de transporte versátil diseñada para aplicaciones comerciales y empresariales. Esta categoría de vehículos cubre el espacio entre los automóviles de pasajeros y los vehículos comerciales pesados, ofreciendo una capacidad de carga óptima mientras mantiene dimensiones manejables para la movilidad urbana. El LCV viene equipado con características avanzadas de seguridad que incluyen control electrónico de estabilidad, sistemas antibloqueo de frenos y tecnologías de asistencia al conductor. Sus opciones de tren motriz eficiente generalmente incluyen motores diésel y de gasolina, con algunos mercados ofreciendo variantes eléctricas, proporcionando una excelente economía de combustible sin comprometer el rendimiento. El espacio de carga adaptable del vehículo puede configurarse para diversas necesidades empresariales, desde servicios de entrega hasta talleres móviles. Los modernos LCV cuentan con sofisticados sistemas de telemática para la gestión de flotas, seguimiento en tiempo real del vehículo y programación de mantenimiento. El diseño de la cabina prioriza la comodidad del conductor con asientos ergonómicos, control climático y funciones de conectividad que transforman el vehículo en una oficina móvil. Estos vehículos se construyen sobre plataformas de chasis robustas, diseñadas para resistir el uso comercial diario mientras mantienen capacidades de carga competitivas.